Huevo Podrido

  Cárceles Mentales: "...La vaga visión de paredes sin color. La sombra de los barrotes, pero ninguna puerta, ninguna ventana, ningun barrote; solo la sombra. El sonido de pasos, pero ningun suelo, ningunas botas, ningun pie, aun los pasos. Trate de empujar las manos hacia adelante para poder verlas; tiré, extendí, estiré, pero ninguna muñeca, ningun dedo, ninguna mano; solo la extensión. Abrí la boca para gritar y solo oí el silencio..." La casa del Sí Estoy en la prisión de mi pequeño yo. Miro hacia arriba el techo no está.   Ojos entrecerrados como controlando el pánico y te das cuenta que esto no es un juego.   Cárceles, cárceles, Mentales!! Cárceles, cárceles, Dentro de vos!!   Cerdos! Yo puedo aguantar todos sus castigos. Ves al carcelero y Eres tú mismo!!   Deberás gritar! También sufrirás pero los anti-héroes tienen que sufrir.  Sabes que es así!!!!!   Cárceles, cárceles, Mentales!! Cárceles, cárceles, Dentro de vos!!   Averigua las regl...

  Eliminado: Atrapados en el plano terrenal. Encadenados a lo material. Enervados en el consumo. Animados pero no vivos. Sosegados frente a pantallas. ¿Vivimos? Tu Bah se te ha extraviado. Como zombi vas, carne en movimiento. Cuerpo sin sentimiento. Sin emoción, sin sensación. Sin  roce, sin goce. Sin vértigo. Perros callejeros. Sin manada y sin mañana. Caminando solo. No hay afectos, nadie. No hay hogar, nunca. A nadie le importa saber de ti. Nadie te recuerda. Indiferente pasaje. Sin rastro en los otros. Sin rostro. Invisible. Olvidado. Bloqueado. Borrado. Eliminado.                               The Night of the Hunter , 1955,  Charles  Laughton.                               The Night of the Hunter , 1955,  Charles  Laughton.        ...

  Declaración de propósitos: A veces, te cuento siento que he muerto. Guardo un lamento atorado en el corazón. A veces, te cuento que soy de cemento. Frio en el cuerpo, rugoso sabor. Y miro con la mirada triste por esas ventanas que tienen tu alma. Buscando una calma, tal vez respirar. Buscando un abrazo y transitar. Sentir que me importas. Sentir que te importo. Lamer las heridas, sentir compañía. Sin darnos recetas, sin tratar de salvarnos. Darnos la mano, resistir la tormenta. Aullar y llorar, reír y callar. Tal vez conectar en un mundo cableado de cables enredados. Tan conectados y tan aislados. Recuperar la sinceridad. Y la confianza en ser uno mismo. Compartir un camino en libre elección. Siempre renovándose en el devenir. Potenciándonos. Abrigándonos. Y un beso de buenas noches. En estos tiempos de inviernos largos. Y si hay magia forjar un trecho, buscar la brecha en el día a día. ¿Y si no? Haber vivido, compartido, disfrutado.   Y si nos cruzamos en cualquier lado, no...

  Soñar en vigilia: Miradas sanguinolentas, convulsiones violentas de piernas abiertas. Y mejillas rozagantes. Cuerpos fragantes. El hedor. Muertos flagrantes. -Nosotros mismos nominamos a la mierda, mierda y luego decimos: no digas mierda- ¡Mierda! Un libro nos separa del suicidio. Viviendo en un sueño eterno, combatiendo con él. Cadáveres cultos en el cine oculto. En el lado del luto absoluto. Resistirse es fútil. Poética del escombro. Vivencias desde la decadencia. Asombro por el gato negro y los almohadones de pluma. Hombro amargo cuando cae la tarde, un alarde. La dosis hace al veneno. Mientras bailas en tu infierno personal la torre de tu pasión te dejo muda. Tres tiros en la noche, el poeta berreta no se quiere dormir. Para conocer a la mujer con la que se va a suicidar. Soñar en vigilia.

  Embobados con el abismo: Y te atormentan, las tormentas, el ruido de trompetas. Y la línea recta. Te desprecian, los primos, los palíndromos y la pintura de cromo. Te seducen, los sinónimos y los antónimos. Aunque tal vez estemos locos, tal vez estemos locos, tal vez… ¡Estemos locos! Y te preguntas constantemente: ¿Por qué me excita el dolor, y el olor de tu sexo? ¿Por qué me excita el dolor, y el olor de tu sexo? Que se esparce por el aire. Contaminando el ambiente. Inerte. De los cuerpos ciberparalizados por ácidos catódicos. Que emanan de las pantallas. Pantallas que pululan por todos lados. ¡Que pululan por todos lados! Aunque solo estamos enamorados. Enamorados de nosotros mismos. Embobados con el abismo y el reflejo en el espejo de tu sangre que gotea de tus ojos, como lagrimas purpureas en cortinas de terciopelo, por donde entra esa ave antigua y oscura, que te mira impávido y solo repite: nevermore, Nevermore, ...