Embobados con el abismo:
Y te
atormentan, las tormentas,
el ruido de
trompetas.
Y la línea
recta.
Te
desprecian, los primos, los palíndromos y la pintura de cromo.
Te seducen,
los sinónimos y los antónimos.
Aunque tal vez
estemos locos,
tal vez
estemos locos,
tal vez… ¡Estemos
locos!
Y te
preguntas constantemente:
¿Por qué me
excita el dolor, y el olor
de tu sexo?
¿Por qué me
excita el dolor, y el olor
de tu sexo?
Que se
esparce por el aire.
Contaminando
el ambiente.
Inerte.
De los
cuerpos ciberparalizados
por ácidos
catódicos.
Que emanan de
las pantallas.
Pantallas que
pululan por todos lados.
¡Que pululan
por todos lados!
Aunque solo
estamos enamorados.
Enamorados de
nosotros mismos.
Embobados con
el abismo
y el reflejo
en el espejo de tu sangre
que gotea de
tus ojos,
como lagrimas
purpureas
en cortinas
de terciopelo,
por donde
entra esa ave antigua
y oscura, que
te mira impávido
y solo
repite: nevermore,
Nevermore, ¡Nevermore!
Seul contre tous -1998- Gaspar Noé.




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