Langostas del deseo: Sin hambre y sin libido. La ñata rota como es sabido, mocos sangrientos. Que a la mañana, mi mañana que es tu tarde, dejo en la palangana del baño cuando me levanto a lavarme la cara. Sedientos deseos de automutilación cada vez que me veo en el espejo pero el hastió me impide clavar este cuchillo en mi cuello. Sin sueño. Sin brío. Me rio del ácido diluido que compone eso que miras. Trato de caer en el olvido. Derretido. Los ojos y los pies, fríos. Vertido en el piso me desmayo (al menos no sobre mi vomito como antaño). Desparramo odio y aborrecimiento, en cada letra que escribo, en cada mirada que lanzo. Sueños de desiertos negros y coños abiertos. Gritos inciertos desde el abismo. Langostas del deseo devorándonos. Camino a mí mismo, te encuentro. Y yo ya no te buscaba más (ni a vos ni a mí). Todo se detiene en el instante eterno que debe de morir. Epifanía del corazón, vivir en la sinrazón. Desilusión en ciernes. En el umbral la desgracia, como todos los vie...
Un Blog que versa sobre poesía fea y otras yerbas literarias a las que me dedico y tal vez algún otro contenido expresivo, explorando otros lenguajes con intenciones comunicativas o no, vaya uno a saber.