Me enamore de un Dictador:
Me enamore de un dictador.
Y a él le entregue mi libertad.
Él me dice, a quien debo odiar.
¡Qué bien se siente no tener
que pensar!
Por ti mismo, nunca más.
Nunca más.
Soy un perro adiestrado.
Soy un asno rebuznando.
¿Qué le puedo hacer?
¿Qué le puedo hacer?
Él nos dará seguridad.
Y si tengo que matar
será por el bien de la sociedad.
No lo debemos cuestionar.
Él sabe qué está bien.
Y qué está mal.
Soy un perro adiestrado.
Soy un asno rebuznando.
¿Qué le puedo hacer?
¿Qué le puedo hacer?
Obediencia absoluta
solo exige nuestro dictador.
Y a cambio nos promete
un futuro mucho mejor.
Con seguridad.
Orden y progreso.
Con Dios de nuestro lado.
Quemaremos a lxs blasfemxs.
Soy un perro adiestrado.
Soy un asno rebuznando.
¿Qué le puedo hacer?
¿Qué le puedo hacer?
El Dictador me vende una solución.
Para todos los problemas de la nación.
El Dictador me convence de una ilusión.
Yo mi voto a él le doy.
Con tal que me apunte un chivo expiatorio
con el que descargar mi frustración.
Alguien debe de pagar.
A alguien debemos quemar.
Sin ponerme a cuestionar
que soy un subnormal.
Soy un perro adiestrado.
Soy un asno rebuznando.
¿Qué le puedo hacer?
¿Qué le puedo hacer?
Publicado en Revista Solsticio/ Diciembre 2018

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