Ojos, ventanas y espejos:
“Si
tu consigna aparece en una publicidad ya has perdido”.
Un
punki muerto
Qué es una lagrima en el medio de este gran
aguacero.
Pordiosero, cuerpos de acero y carne sintética.
Androides más cálidos que los humanos.
Cuando en siete veas tres esos tres serán siete
veces siete,
errantes nomadeando los vagabundos del barba.
Los desterrados, los de ningún lado.
Dime si tu vida se parece a la mía así te puedo
asesinar tranquilo o invitarte un vino.
Pues, si veinte años no es nada, cuarenta son
demasiados para un mundo cruel,
una vida atroz y alma torturada.
Fundar un estado político en el interior del
abismo de uno mismo,
estado mental, estado de malestar general.
Seis pares de ojos rojos en la oscuridad,
seis pares de ojos en la noche, que no paran de
parpadear.
A donde te mueves ellos se mueven con vos.
A dónde vas ellos están.
Sentís que cada vez te vigilan más y más.
Viviendo en el país de los pechos fríos,
de los tibios, uruguayos tan republicanos y
cívicos,
tan recatados como tarados. Sin molestar al papá
estado.
Estáticos. Los detesto.
Uruguayos cagones de américa y del mundo.
La medianía es mediocridad dijo y se me paro,
de esa miel no comen los artistas.
Aristas pesimistas que hemos vivido vívidamente,
a mí no hay quien me lo cuente.
La vida sucesión de jaulas, disonantes, constantes,
amantes.
Y calmantes al amanecer.
La poética de las cosas cotidianas,
la danza de los forosos trillando el bulevar.
Desaforados defraudados.
Procedimiento, operativo, montones de cascos
deformando la ciudad dormida.
Tener la experiencia de que al menos una vez
pasaras durmiendo a la sombra,
en ese
cuadrado todo cerrado de piso frio recontra meado.
Hedor intenso y barrotes mordisqueados.
Un grafiti con mierda me hace pensar;
condenado
desde el nacimiento,
y en parte es una parte de partes
en los cimientos de la lucha de clases. O solo me
pego mal la base.
Filósofos del cinismo. En el abismo nos reímos o
nos dejamos conquistar.
Que no es changa no hay duda,
padecemos dilatados momentos de amargura y
exclusión.
Difícil escapar al canto de sirenas o el encanto
de tus piernas.
Abiertas, están las posibilidades a la desgracia.
Sirenas en la oscuridad, vuelan palos.
En la villa de los condenados habitan ratas o
punks.
Mi reino no es de este inmundo y ni siquiera es
reino; mucho menos mío.
Dime que nos motivó el vómito y te diré quién
eres.
¿Fumas porro y lloras a la misma vez?
¿Cómo la ves? ¿Empezamos otra vez?
Serás el pez o el anzuelo, o meramente la carnada
descarnada,
que no quiere nada de nada. Y pasa sin mirar. La
angustia proviene del capital.
En sus entrañas se entraña el misterio.
Gummo. 1997, Harmony Korine.
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