El comportamiento de las langostas
Tratando de habitar un sentido esquivo.
Tratando de zurcir las roturas del camino.
La locura supura, satura.
Atravesado por tu luminosa oscuridad.
El viento se detuvo.
En tu respiración mis moléculas se pierden.
Contaminan.
La perfección de tu estructura.
Me subleva.
Incomoda la imperfección de mí alma -aunque me gustaría
poder encontrar otra palabra-
Y ser un océano en tu cuarto –otra vez-
¿A quién le rezas en la noche?
Soy el rostro de tus pesadillas.
Tu Zero.
Y de tus sueños húmedos.
Tu amante.
Me atrajo tu locura y diferencia.
Me di cuenta que yo estaba más loco que vos.
Y tu diferencia era igual a las demás.
¿Sobreviviente?
Sobrevivientes somos todxs en este mundo de mierda.
Y todxs tienen sus razones por más maquiavélicas que
sean.
¿Ternura?
Creo que guardo algo por algún lado.
Siempre es cuestión de raspar la bolsita.
Que siempre olvido.
Como las llaves o el horno prendido.
¿Y quién es el violento?
¡Patadas!
Palabras.
Filos
“Ojos que no ven depresivx que no
se corta las venas”
Mientras,
Kurt se volaba los sesos.
Por eso, mocos amargos, saliva seca.
Sangre coagulada.
La humedad que todo lo mela.
Quema la piel de a ratos.
Brasas.
Cigarro.
Un rayo que te atraviesa.
Incógnitas que develar.
¿Habrá alguien vivo para leer esto?
El comportamiento de las langostas.

Comentarios
Publicar un comentario